martes, 23 de febrero de 2010

De vértigo

Léase en clave de humor el relato verídico que se expone a continuación.

No sé si porque ya soy una mujer de cierta edad o porque no le encuentro yo mucho atractivo a ese entretenimiento de los parques temáticos es una experiencia que nunca me ha apetecido probar.
Pero qué sucede cuando sin haber pagado entrada, sin haberte ni siquiera movido de casa tienes una experiencia como la que aseguran tener los usuarios de dichos complejos , es decir, una experiencia de vértigo.
Pues eso mismo es lo que me sucedió a mí hace unos días.
A eso de las seis de la mañana me giré en la cama y …. Horror.
Todo me daba vueltas, un sudor frío me invadía, no podía mantener el equilibrio al intentar ponerme en pie y el momento final fue cuando llegaron las naúseas y el vómito.
Si no estoy en un parque temático qué me está pasando me pregunté acongojada ( y aco..).
A este inicio de día tan tan….fatídico le siguió una experiencia hospitalaria, experiencia de esas que dejan huella.
Yo que llego allí dispuesta a trabajarme mis habilidades sociales, presentarme al médico de urgencias, hablar con alguna de las enfermeras o las auxiliares del turno, saludar a las celadoras…Olvidé por un momento que llegaba allí como paciente y no como compañera, así que en un abrir y cerrar de ojos me encontré como Dios me trajo al mundo, con la vía ya cogida, y la analítica camino del laboratorio.
Me comentaron después que había llegado a perder el conocimiento de ahí la rápida actuación.
Una vez cumplidos los protocólos intentaba explicarme con una lengua de trapo que no era capaz de controlar. Se debería esto a la experiencia parque temático o es que había bebido, cosa bastante improbable, y no me acordaba….
Ninguna de las dos cosas era el efecto goteros y el sueñecito me duró seis horas .
Me aconteció después protagonizar Blancanieves.. sí, sí el cuento.
Volví del sueño con un tierno beso al que respondí algo asustada qué estoy haciendo aquí, quién me ha traido aquí, cuánto rato llevo aquí . Toda una serie de preguntas con un denominador común “ el aquí”.
Eso de verme en el hospital sin el atuendo de trabajo me descolocó, lo confieso.
Hasta aquí la 1ª entrega, no olviden rellenar el boletín de suscripción.
Aunque no lo hagan prometo contar toda la historia , eso si, en fascículos coleccionables.

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