martes, 4 de mayo de 2010

A Reyes

A mediodía subía apresurada la docena de escaleras que separan la calle de la puerta de la escuela.
Me ha sorprendido ver que estaba allí la exposición de Reyes Casasnovas, todavía.
Este mes, el rincón del gato se resiste a cambiar como se resiste a estallar la primavera que estos días ha mudado otoñal, me he dicho al sentir el contraste de la tibieza ambiental del recibidor en la cara.
Verlos expuestos me ha animado a mandarle un doble comentario que hace días tenía preparado .
Verlos allí, todavía, me ha convencido de que no era ya demasiado tarde.

El primer comentario es de mi hija de 6 años.


Mi comentario se reduce a una reflexión rápida pero sentida de lo que tu obra me sugería mientras mi hija apuntaba el suyo en las mesas del hall.


En esa pared que su forma abandona

donde lugar, espacio y marco se aventuran.

Señalar no sabría entre Real o Indio.
Amarillo veía.

Si Prusia o Cobalto decirte no podría.
Azul había.


Afirmar no me atrevería si Veronés o Vejiga.
Verde advertía.

Si Prusia, si Geranio, si Ocre o Tierra Siena
Distinguir no sabía.

Atendí la linea, la recta, la torsión y la curva
que a extensión de tus dedos el pincel ilustra.

Atendí a formas encajadas, imprecisas, adaptadas
que a ráfaga tu talento el lienzo afirma.

Saludos.

lunes, 26 de abril de 2010

¡Mi tesoro!


Álguien lo había dejado allí. A la vista de los viandantes. Pues de haber querido poner fin a todos aquellos recuerdos musicales lo habría tirado directamente al contenedor.
Pero ¿A cuál?¿ Dónde se recicla un porta –casettes imitación de piel en tono granate?
La curiosidad me pudo y me acerqué a verificar que lo que veía era un contenedor de cintas idéntico, excepto por el color, al que tuve yo.
Ciertamente, lo era. Pero mi curiosidad no se sació ahí. Decidí que tendría que responder las preguntas que me asaltaban.
¿Cuáles fueron los gustos musicales del propietario que ahora había decidido deshacerse de ellas?
¿De qué año serían? Tenían que ser viejas las cintas porque ahora es un formato desconocido, como lo son los discos de vinilo, para las nuevas generaciones.
¿Serían todas originales o habría alguna grabada en plan casero?
¿Por qué había algunas sin su custodia negra y transparente?
Claro está que no podía ponerme en mitad de la calle a escudriñar el hallazgo, así que lo cogí sin más y lo metí en el maletero de mi coche que estaba aparcado muy cerca y continué hacia la escuela de idiomas.
Mucho, lo que se dice mucho, esa clase no atendí.
Mi mente volaba a las navidades en que me regalaron el porta-casettes, verde botella, con el cierre de resbalón dorado, resplandeciente de puro nuevo. Por una vez no había heredado de mi hermano, tenía el mío.
Cierto que el contenedor no era más que una excusa que se buscó mi madre para que tuviésemos ordenadas las cintas que merodeaban por la habitación, con dueño pero sin rumbo.
Acabó la clase y salí disparada, como alma que lleva el diablo. Recogí a Claudia del colegio y le conté lo que había encontrado y que lo había cogido, a lo que comentó:
-Mamá tu debes tener el síndrome de Diógenes, pero cómo se te ocurre coger nada de la calle y si te ven. Y encima le has hecho fotos para el blog…lo tuyo.
La primera en la frente. El tono de desaprobación y reprimenda me sonó a mí madre y pensé, como es posible que tengamos los papeles invertidos .
Cierto es que soy impulsiva, a veces, demasiado. Pero el comentario no me afectó en absoluto lo digerí bien como si no fuese conmigo , como si no lo hubiese oído.
Nada podía con ese sentimiento-impulso de curiosidad que me invadía y que en los últimos tiempos, reconozco tengo algo aletargado.
Con el fin de evitar algún otro comentario, metí la caja en una bolsa de papel que rondaba por el maletero y lo subí a casa. Me metí en la habitación y saqué las cintas. Y…allí estaba.
La original soundtrack from the motion picture “Flashdance”. ¡Mi tesoro!
Para entender mi exclamación de júbilo véase en mi blog en el apartado De película mi comentario a cerca de la misma.
Lástima que no acompañase a la caja la carátula original de la cinta.
Como un niño en su fiesta de cumpleaños que a pesar de ser el protagonista colmado de regalos quiere más, así me pasó a mí. Yo quería más, yo quería todo.
Después de lamentarme y conjeturar sobre dónde , cuándo y cómo habría acabado la carátula decidí rescatar el viejo casette, ese tamaño familiar que hoy ocupa su sitio de honor en el trastero y regalarme una de nostálgicos recuerdos.
WHAT A FEELING. Irene Cara. - HE´S A DREAM. Shadi(*) - LOVE THEME FROM FLASHDANCE. Helen St.John. – MANHUNT. Karan Kamon(**) – LADY, LADY, LADY. Joe Esposito. Cara 1.
IMAGINATION. Laura Branigan (*) – ROMEO. Donna Summer(**) –SEDUCE ME TONIGHT. CycleV. – I´LL BE HERE WHERE THE HEART IS. Kim Carnes(***) –
MANIAC. Michael Sembello (****).Cara 2.
Los asteriscos son un código que incluye especificado la cinta y que indica quién ha producido los temas.
Giorgio Moroder, (*) Phil Ramone, (**) Moroder & Pete Bellotte, (***) Keith Olsen, (****)Phil Ramone & Michael Sembello.
En otra lado de la cinta viene recuadrado S.G.A.E. Me pregunto y si canturreas los temas o los pones a todo volumen para bailarlos podrán seguirme la pista y encontrarme y tener que pagar derechos de autor. No quiero estropear este momento mágico. Espero que no.

http://www.youtube.com/watch?v=C526lxeHo-M

lunes, 12 de abril de 2010

Encuentro hispano-germano

Por estas fechas hay quien ha iniciado la operación bikini pero yo, yo he iniciado la operación acogida.
Durante 12 días voy a tener en casa una adolescente teutona, para más señas de Hamburgo.
A los de la operación bikini les da por apuntarse a un gimnasio, recorrer parte del tercer cinturón a pie o en bici, hacer la dieta de la alcachofa y les da por hacerse acompañar por una botella de agua de 1,5 mejor que de 33cl, para que quede patente que su particular cruzada contra los estragos del invierno va muy en serio.

Pero lo mío es mucho peor o al menos eso afirma mi hija.
Ésta es la segunda vez que acojo una estudiante de intercambio y a día de hoy, cuando faltan pocas horas para que llegue Nathalie, mi organismo presenta secuelas de unos sídromes que llevo padeciendo algunos días.
Síndromes que detallo a continuación.
Brote agudo del síndrome de Miss Proper. Caracterizado por el kilometraje excesivo que lleva estos días la mopa y por los litros de amoniaco que corren por los azulejos, enmascarado por varios ambientadores dispuestos estratégicamente.

Y aún, a estas alturas, me asaltan dudas de si debería haber llevado las cortinas a la tintorería…
Estoy afectada del ¡ a llenar la nevera! Sindrome muy extendido en mi familia. Se caracteriza por el acopio de alimentos como si viviésemos un estado pre-bélico. El síndrome tiene dos variantes:
Acópio de víveres que nosotros no consumimos pero tienen por finalidad satisfacer la posible inapetencia o disgusto de la huésped ante la ingesta de los del grupo b.
Los del grupo b son los que nosotros consumimos y que forman parte de la típica gastronomia española.
Síndrome decoradora de cursillo CCC.Se caracteriza porque todo en la casa debe guardar armonía, desde los juegos de las sábanas usados en las literas y éstos a su vez con las colchas, las cortinas y las alfombras.
Debe incluirse la conjunción de las toallas con los azulejos y de las servilletas y mantel con los colores de la cocina.
Síndrome del” a ver…” Que se agudiza conforme se acerca el fin de semana. Se caracteriza por la repetición constante de expresiones como:
A ver dónde vais a ir.
A ver con quién os juntais.
A ver a qué hora vais a volver.
Todas ellas de marcada tendencia sobreprotectora y que, a su vez, resaltan el síndrome de la anfitriona perfecta. Aspiración compartida por todas las madres que estos días protagonizan “Mujeres al borde de un ataque de nervios” y todo por una simple operación acogida.

lunes, 29 de marzo de 2010

Rizando el rizo

Tuvo lo suyo el paso de la bicicleta al monopatín.

Amén de que nuestros padres tuviesen serias dudas a cerca de nuestra destreza en el manejo de ese "otro pingo" como lo llamaba mi madre. Además había que trabajarse y mucho, el arte de convencer a unos padres reacios a gastar X pesetas de las de entonces en una tabla con cuatro ruedas que partía en franca desventaja respecto a la bici .
Tabla de la que afirmaban contundentemente sería la causante de moraduras, golpes por doquier, algún hueso roto, peligro de ser atropellada al menor descuido y por añadidura posibilidad de ser victima de robo.
Hablo de los dos otres primeros años de los 80. Cuando teníamos 12 ó 13 años. Antes de cumplir los 15 .Edad a la que dejó de interesarnos el esfuerzo físico al aire libre en el parque Pignatelli y comenzamos a esforzarnos por bailar en la discoteca Pacha de la calle Sevilla.
Hablo de esos años en que ya no queríamos llevar la bici que se nos había quedado pequeña y , a juicio de nuestros padres, éramos aún pequeños para que nos comprasen las nuevas bicis de paseo. Aquellas Orbea y BH tipo verano azul que sólo disfrutaban nuestras primas mayores.
Yo tuve mucha suerte porque mi abuelo tenía un taller de Reparación y venta de Bicicletas y Motocicletas, rezaba el rótulo de la fachada, en el barrio obrero de Torrero y aunque exprimíamos la vieja bicicleta que heredábamos de unos a otros , pues éramos una familia numerosa de las de entonces, éramos 6. Mi abuelo se esforzaba porque siempre tuviese un toque de novedad, de tal manera que a nuestros ojos y a los de los demás pareciese nueva , flamante.
Yo , por aquel entonces , quería el monopatín y lo conseguí . Fue mi regalo al acabar 8º de E.G.B .
Tuve mi monopatín. Era una tabla de madera con lineas naranjas en el dorso y en la parte que pisaba, una especie de papel de lija que evitaba resbalar con cuatro ruedas fijas sin amortiguación.
Todo más simple que el mecanismo de un botijo. Como decía mi abuelo "para esto también te lo podía haber hecho yo."
Lo que no tuve fue el set de seguridad, el casco, las rodilleras, las coderas, las muñequeras, todo el set venía sustituido por las innumerables e incesantes recomendaciones de prudencia y en su defecto por el silencio.
Fue así como prové el monopatín, me caí, me levanté, lo disfruté, lo presté, lo descantillé y acabé recluyéndolo en el trastero años y años hasta que un día mis padres decidieron " hacer limpia"y perdí toda pista y contacto con aquel capricho adolescente.
Ese adiós sin despedida difuminó el tiempo en que arriesgabamos innecesariamente para entrar lenta e inexorablemente en el tiempo de correr mas de un riesgo innecesario.
Esto venía porque aquí y ahora quería descubriros que hay una nueva versión de skate (ya no monopatín) para los menos arriesgados y a su vez , apta sólo para los más habilidosos y pacientes.
Si a algún lector le pilló mayor lo de estrenar monopatín, porque dejó la bici de carreras para pasar directamente a lucir la L blanca sobre fondo verde en la luna trasera de su primer utilitario este sin duda puede ser su momento para resarcirse.
Os presento....El skate multifuncional.

















Sirve como llavero. Sirve para experimentar un primer contacto con el bricolaje. Sirve para recorrer superficies varias manejándolo con el impulso de los dedos.
Tienen unos reversos decorados al detalle, conseguidos, molones y en virtud de los mismos se convierten en ediciones coleccionables.Tienen varios juegos de ruedas de colores intercambiables e incluyen un set de minúsculas herramientas para realizar el proceso.
Cómo son las cosas . Este ha sido el regalo que ha pedido mi hijo por sus calificaciones. A su vez, es el sustituto pasajero del grande que quiere cuando acabe el curso.
Por mí parte yo he empezado una campaña encubierta de acoso y derrivo a ver si consigo que cambie de idea, por ahora mis argumentos son:
-Mira que a nosotros el circuito skate de via Hispanidad nos queda muy a desmano.
-No hace falta que te recuerde que por la calle no podrás usarlo porque puedes hacer daño a alguien.
-Mira que si te caes adiós a la danza.
Conforme vaya acercándose el final de curso algo más se me ocurrirá para añadir al listado.
Imagino que al final, le regalaré el skate con el set de seguridad verbal con un montón de recomendaciones y el que le sirva para salvaguardar su integridad física.

jueves, 25 de marzo de 2010

Ver para no creer

Le propongo a mi hija , la de seis años, volver a El RINCÓN DEL GATO para jugar a mirar y opinar.
Sólo con nombrar el juego la predispongo a la observación, al análisis y al juicio, eso lo sé yo, ella ,no. Lo que para ella no es más que un juego para un adulto puede ser toda una lección.
Sucíntamente le cuento lo que va a ver, unas hojas de papel de arroz con caracteres en japones . Caracteres a los que llamo letras para clarificarle el término.
Nos posicionamos frente a la muestra de caligrafía japonesa que se expone este mes en la E.O.I.
Ella me mira y me sonríe para hacerme saber que está preparada. Yo hago un gesto con la cabeza y esa es la señal de que el juego acaba de empezar y ya no se puede hablar.
Qué puede medir esa pared, unos tres metros. La recorre de lado a lado, dos veces. Mira de arriba a abajo.
Yo la observo. Ella reacciona y lleva sus pequeños índices a la altura de las sienes alargando los rabillos de los ojos. No sabe de la diferencia entre chinos y japoneses pero reconoce como rasgo físico más característico de los orientales, la forma de sus ojos . Repasa otra vez las obras.
Yo voy interpretando su proceder y deduzco que con la imitación de dicho rasgo busca un camino , un medio hacia la comprensión, hacia el entendimiento y por lo tanto, hacia la instrucción. Pero está algo inquieta y a la vez inexpresiva, en estado de schock, bloqueada, diría yo.
¿Dónde está la a, la e, la i?¿Cómo se leen estas letras? Pregunta algo ansiosa, confusa.
Quiero ver su reacción ante lo desconocido, lo novedoso, lo ininteligible, lo inesperado, lo complejo en relación a sus parámetros educativos y culturales occidentales.
Estas letras son de un alfabeto diferente, son como... iba a decir dibujos, cuando me interrumpe y dice:
-Son cajitas. Son cajitas unas encima de otras, unas al lado de otras, unas con tapa, otras con lazo, unas abiertas, otras cerradas. Todas menos ésta, señalando la que significa toro.
Mamá ésta es una piruleta rota o mordida. Se apresura a decir con el convencimiento de estar en lo cierto.
-Me parece que no. Lée ese pequeño cartel. Ves, quiere decir toro, le aclaro.
-¿Así se escribe toro en japonés, mamá?.Me pregunta con tono de incredulidad.
Así que añade algo desilusionada:
_Vámonos mamá y cuando sepas leer las cajitas,ya volveremos.
Ahora sé que me estaba pidiendo ayuda para entender lo que miraba y pienso que, tal vez, no la preparé lo suficiente para entender lo que iba a ver o que tal vez es muy pequeña para apreciar todo lo que supone esta exposición como ésta.
Le he dado vueltas y yo aseguraría que llegó al fondo de la cuestión. Es decir, asumió que hay cosas inexplicables con su lógica, cosas que no puede entender porque no tienen relación o no equivalen a lo que conoce .
Curiosamente nada comentó del tamaño del papel ni del grosor de los trazos . No reparó en lo más evidente en los trazos, en la forma . Pero, en cambio, percibió lo esencial, que este tipo de caligrafía es un arte, representado con cajitas.Un arte que hay que saber leer, que hay que saber descifrar.
Pocas cosas son tan sinceras y transparentes como lo son las percepciones de un niño. Pocas cosas son tan sorprendentes e ingeniosas como pueden ser sus interpretaciones.
A los hechos me remito.

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martes, 9 de marzo de 2010

sentido de la vista, don de la percepción


Miré y creí estar delante de la portada de una de esas publicaciones que te enseñan a decorar tu CASA Y JARDÍN.
Me embelesé observando, sólo esta fotografía, ninguna otra.
Descubrí su “imperfección”, ésa que nunca hubiera mostrado la portada de una revista y por eso, la encontré la fotografía más real, más sugerente, más hermosa, más fiel, más pura, más…más natural y más ideal.
Ante mí aparecía una verdad, celosamente encubierta en esa foto y en el alma del negativo de la que proviene. Tal verdad, no era otra, que la rectificación, la contra-versión a la cita de C. Jung.
Cita que iluminó mi cerebro como un relámpago y que asegura que “Ya no se oye la voz de las plantas, de las piedras, de los animales, ni el hombre habla con ellos creyendo ser oído. Su contacto con la naturaleza ha desaparecido y, con él, se fue la fuerza emotiva que proporcionaban esas relaciones simbólicas…: ya nada es sagrado.”
Observando sí “oí la voz de las plantas” de las amapolas silvestres, granadas, cerradas, coloradas, tímidas, desvergonzadas, incitantes, pudorosas, escondidas, asomadas.
Oí la voz “de las piedras” encorsetadas, ceñidas, oprimidas, sofocadas, ninguneadas, engullidas.
Prové pués “contacto con la naturaleza”, ése que para muchos, bien advirtió( observar, constatar) y advirtió (alertar, anunciar) Jung ha desaparecido y me invadió una “fuerza emotiva” de euforia, de satisfacción, de melancolía que me llevó a confesarme con ellas, crédula y convencida de estar siendo escuchada, cuando les agradecía el evocar en cuerpo y mente recuerdos de mi infancia.

Allí sobrecogida, esos instantes de comunión entre imagen y recuerdos fueron un rito sagrado y en el reflejo de mi yo en el cristal me definí como ente que doy sentido a la vista y soy don de la percepción. Presiento que me definí como hubiera definido al fotógrafo.

lunes, 8 de marzo de 2010

carne talada

Esta fotografía urbana quiero dedicársela a Ángel Duerto en agradecimiento a las que él nos dejó disfrutar en la exposición de la EOI1.
También a la memoria de un hombre y poeta al que me hubiese gustado conocer personalmente.
Por último a "chi parla per loro (uomini- pazzi furiosi) , con voce di belva" que gusta de la buena literatura y la fotografía urbana.