martes, 9 de marzo de 2010

sentido de la vista, don de la percepción


Miré y creí estar delante de la portada de una de esas publicaciones que te enseñan a decorar tu CASA Y JARDÍN.
Me embelesé observando, sólo esta fotografía, ninguna otra.
Descubrí su “imperfección”, ésa que nunca hubiera mostrado la portada de una revista y por eso, la encontré la fotografía más real, más sugerente, más hermosa, más fiel, más pura, más…más natural y más ideal.
Ante mí aparecía una verdad, celosamente encubierta en esa foto y en el alma del negativo de la que proviene. Tal verdad, no era otra, que la rectificación, la contra-versión a la cita de C. Jung.
Cita que iluminó mi cerebro como un relámpago y que asegura que “Ya no se oye la voz de las plantas, de las piedras, de los animales, ni el hombre habla con ellos creyendo ser oído. Su contacto con la naturaleza ha desaparecido y, con él, se fue la fuerza emotiva que proporcionaban esas relaciones simbólicas…: ya nada es sagrado.”
Observando sí “oí la voz de las plantas” de las amapolas silvestres, granadas, cerradas, coloradas, tímidas, desvergonzadas, incitantes, pudorosas, escondidas, asomadas.
Oí la voz “de las piedras” encorsetadas, ceñidas, oprimidas, sofocadas, ninguneadas, engullidas.
Prové pués “contacto con la naturaleza”, ése que para muchos, bien advirtió( observar, constatar) y advirtió (alertar, anunciar) Jung ha desaparecido y me invadió una “fuerza emotiva” de euforia, de satisfacción, de melancolía que me llevó a confesarme con ellas, crédula y convencida de estar siendo escuchada, cuando les agradecía el evocar en cuerpo y mente recuerdos de mi infancia.

Allí sobrecogida, esos instantes de comunión entre imagen y recuerdos fueron un rito sagrado y en el reflejo de mi yo en el cristal me definí como ente que doy sentido a la vista y soy don de la percepción. Presiento que me definí como hubiera definido al fotógrafo.

3 comentarios:

  1. BUENO, QUÉ BONITO. la cita por si te interesa está sacada de un libro del filósofo uruguayo Carlos Gurméndez que se llama La melancolía. No sé la editorial, pero si lo buscas en Google seguro que aparece. Yo lo saqué hace muchos años de la biblio de la DGA e D. Cerrada. En lo que tengo de Jung, antes de la expo la estuve buscando, pero no di con ella.

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  2. El fotógrafo, Ángel Duerto, me dijo que la foto se titulaba Vía viva

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  3. Pues es perfecto el título de esta fotografía. Pareciera que es una vía muerta, es decir no usada, con tanta vegetación alrededor; pero precisamente por esa razón, con tanta vida vegetal, tanta vida natural coronándola, no puede ser más que una "Vía viva".

    A mí también es la que más me impactó, Aranzazu

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