Me eduqué, mejor dicho, me educaron en un colegio católico, donde nos recalcaban incesantemente lo afortunadas que éramos, eso sí , siempre en comparación de otros.
Esos otros o eran de África o de Hispanoamérica o hindues, es decir , de la India.
La India era un país lleno de gente paupérrima, donde el concepto de higiene corporal era desconocido y donde una monja ejemplar, Madre Teresa de Calcuta, había emprendido su particular cruzada para solucionarlo. Convirtiéndose así , en el espejo en que toda buena cristiana y católica debería mirarse.
De aquel mundo lejanísimo nos acordábamos las niñas de este mundo un fin de semana al año. Cuando recorríamos las calles de nuestro barrio o nos apostábamos a las puertas de nuestra parroquia repitiendo incansablemente:" un donativo para el Domund". Signando la solapa de las chaquetas con una pegatina que agradecía visiblemente la participación de los vecinos.
Las cuestaciones, las filminas y alguna oración por los misioneros forjaron en mi tierna infancia la idea que tuve de la India.
Allá por los años ochenta, un reportaje de Informe Semanal me acercó a la tragedia de Bhopal.
Hace unas semanas, este mismo programa , me ha recordado que ya hace 25 años de la tragedia.
Hace mucho tiempo leí " La ciudad de la alegría" de D. Lapierre y"Era media noche en Bhopal" del anteriormente citado y J. Moro y vi las adaptaciones cinematográficas. La de este último libro, en un ciclo de cine de denuncia que el año pasado se hizo en el edificio Pignatelli en nuestra ciudad.
Recuerdo muchos detalles de la película" La ciudad de la alegría" .
Debo confesarte que P. Swayze, el defensor de las causas perdidas, no me cautivó como lo hizo el hombre caballo, su recorrido vital desde la aterradora miseria que impone la inmigración hasta el espejismo de prosperidad .Cuando aprende a sobrevivir en condiciones de explotación laboral, enfermedad, deseperación para acabar casando a su hija con el fin de cambiar en ella , el ciclo vital , en principio, abocado al mismo recorrido fatal que el de su padre, con el agravante de la feminidad.
"Era medianoche en Bhopal" Es un reportaje, un documental que detalla las políticas inversionistas de grandes potencias económicas en países en vías de desarrollo. Todos sabemos de que estamos hablando. Una empresa americana elige una ciudad india para montar una empresa de productos químicos. Medidas de seguridad, nulas. Resultado entre16.000 y 30.000 muertos y población que ,aún hoy, sufre las secuelas de la tragedia sin obtener compensación económica alguna.
Yo tuve esa idea de la India. El país del sufrimiento, la vejación, el olvido etc..
Ahora una compañera de la EOI1 me ha regalado otra idea de la India.
El encuadre del Tag Mahal es más que un reclamo turístico de catálogo de agencia de viajes. Es
un maravilloso descubrimiento mientras jugabais al escondite correteando entre los árboles.
Los colores de la orilla del Ganges y sus gentes hoy, no son aquellos parias que yo recordaba.
Los santones, limpios de cuerpo y mente.
Las abuelas departiendo en la calles, calles con edificaciones sencillas, como puedan serlo las de cualquier pueblo.
Los niños risueños ante la cámara de fotos, ya no me parecen los desheredados de la tierra.
La escenita Bolliwood, me fascina. Como me fascina pensar en la felicidad de la parejita.
El colorido, el color, los colores del puesto de venta o del elefante que invita a ir a pasear y a "jugar" .
Tu, Belinda, me has regalado otra idea de la India. Gracias.
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