La gente que me conoce afirma que soy poco convencional.
No sé en que sentido y si tal afirmación es positiva o negativa.
Yo supongo que depende del contexto al que me enfrente o en que me encuentre y, sobre todo , de la reacción que suscite en mí la situación en comparación con la que despertaría en ellos /as.
Esto viene por el detalle que me he marcado en este día y sirve a su vez de introducción a mi entrada.
Hoy 14 de febrero es un día ideal para comprobar cuan convencionales somos o cuan convencionales son quienes nos rodean, desde el / la más próximo/ a, a los allegados /as
sin olvidar los conocidos /as respecto al modo de festejarlo.
Los hay que se han tomado el café en el bar pero, eso sí, le han llevado churros a la que se ha quedado en casa.
Los hay que han esperado cinco minutos en la puerta de la floristería esperando a que abriesen y lo cuentan como una hazaña que exculpa su tendencia a ser olvidadizo o despreocupado.
Los hay que han tenido otra camisa y las que han tenido otra blusa que previamente eligieron siguiendo la norma del “con esto, comprate lo que quieras.”
Otros han comprado el dulce típico del día al mismo tiempo que el pan.
Otros, sé de uno, han desempolvado las bicicletas del trastero y se han recorrido unos kilómetros por la senda verde hasta un paraje que solos ya conocían pero que hoy, precisamente hoy, querían regalarle a su pareja.
Otros han salido de casa a primera hora y han regresado a la hora de comer víctimas de una amnesia crónica que a su respectivo/a ni sorprende ni ofende.
Otros…. Aquí puede cada uno añadir lo que quiera según su experiencia personal.
Hoy 14 de febrero es el día señalado en los calendarios para festejar eso de estar enamorados , festivo para los que experimentamos un sentimiento llamado amor y definido como se detalla a continuación.
AMOR
Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
Tendencia a la unión sexual.
Un ejemplo de la primera definición que me viene a la cabeza es la escultura “Extasis de santa Teresa”. Pero de carne y hueso y que conozca personalmente, no sé de nadie.
Será porque hoy casi nadie se considera insuficiente hasta el punto de buscar la comunión más íntima con otro ser (ente físico) que lo haga convertirse en suficiente.
Lo de la ley de dependencia en el amor no existe, porque si se produce, a mi juicio, no es por amor sino por interés, por dominación o por sumisión.
Finalizado el escrutinio de los de la primera categoría, paso a centrarme en el resto.
Los que se desean, se anhelan, se quieren, se requieren, se buscan, se aman.
Los que se aprecian, se estiman, se valoran.
Los que se alegran, se animan, se regocijan o se entusiasman.
Los decididos a convivir, cohabitar y participar.
Los que comparten sus vidas se entregan, se complementan, se apoyan, se amparan, se protegen y se favorecen.
A todos ellos sería más apropiado aplicarles el resto de las acepciónes.
.
En este grupo en el que nos incluimos la mayoría, siempre con matices, la historia de nuestra vida amorosa seguiría más o menos un patrón común.
El ritual comenzaría con la atracción física ( llegados a este punto, advierto del peligro que entraña, para la mayoría, buscarse en fotos antiguas por lo que supone de demoledor en muchos casos, de ahí que aconseje la abstención.)
La atracción física vendría consumada más o menos frecuentemente y con mayor o menor énfasis dependiendo de la fase de enamoramiento en la que nos encontremos, inicial-durativa- final.
Posterior al primer repente, a lo puramente físico vendría lo de completarnos. Término que yo sustituiría por el de complementarnos pues , a mi entender, incompletos no somos ninguno.
Lo de dos formando un solo espíritu , un solo cuerpo , un solo ente, un solo yo.
Lo del dos en uno me lleva al primer grupo y ya me he declarado agnóstica respecto al mismo.
La complementación , el principio del uno más uno son dos, con sus particularidades y su manera específica de avenirse, congeniar,entenderse y comprenderse es lo que acepto y comparto sin reservas.
Acompaña al proceso anterior, el comunicarnos, informarnos, manifestarnos, posicionarnos y en algunas ocasiones saber callar y reflexionar antes de expresarnos
para iniciar un proceso de convivencia y crear eso que, los expertos llaman una unidad familiar, un núcleo. La mayoría de las veces con intencion duradera aunque en ocasiones, pueda verse truncada por motivos varios.
Todo lo anteriormente citado, observando los matices, merece la pena ser festejado recordado o mencionado.
Pero aún hay otro grupo protagonizado por los que se benefician de una co-existencia simultanea en un espacio físico común y simplemente se sobrellevan, se aguantan, se soportan , se toleran, se padecen o se sufren en días cargados de contradicciones , de dudas, de dolor, de incertidumbre, arrastrados por la la fuerza de la inercia.
Esos que han salido de casa a primera hora, los más madrugadores, los amnésicos, los animales de costumbres, los que ni sienten ni padecen, los que no se sorprenden ni sorprenden, los que después de tanto y tanto, ya ni ofenden.
A estos últimos, al menos agradecerles la decencia de no festejar en modo alguno este día porque no hay nada peor que querer formar parte de un grupo donde uno está desubicado, donde uno no cumple los requisitos para ser aceptado, nada peor que estar fuera de lugar.
Esta entrada es para todos seamos del grupo que seamos, del exclusivo, del mayoritario o del minoritario.
Para quienes han sido y son en sí mismos vivo ejemplo de las definiciones de amor pero han pasado de un grupo a otro, sin saber muy bien cómo ni porqué y sin tener claro si han pasado voluntariamente o los han pasado de grupo sin haberlo solicitado.
Para los se niegan a ocupar un sitio en un grupo en el que se sienten fuera de lugar y no dejan que la inercia los arrastre demostrando un coraje y una valentía admirables.